Proactividad vs. Reactividad: Tomando el Control de Nuestra Vida
¿Alguna vez has sentido que las circunstancias te superan y no tienes el control? Esta sensación es típica de una mentalidad reactiva. Sin embargo, la proactividad nos invita a ser los protagonistas de nuestra historia, tomando decisiones conscientes para moldear nuestro destino.
EMPRESARIAL
Emmanuel Mata
5/2/20253 min read


¿Alguna vez has sentido que las circunstancias te arrastran, como si no tuvieras control de lo que ocurre a tu alrededor? Esta sensación puede ser el resultado de una mentalidad reactiva, de una forma de enfrentar la vida que nos coloca en el papel de meros espectadores de nuestras propias historias. En contraste, la proactividad nos invita a ser los protagonistas, de tomar decisiones conscientes para moldear nuestro destino. Stephen R. Covey, en su obra Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, lo deja claro: “La proactividad significa más que tomar la iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas” (Covey, 2020, p. 71).
Para entender cómo comenzar a tomar el control de nuestra vida, primero debemos aclarar qué significa ser proactivo y reactivo. Las personas reactivas tienden a dejarse llevar por las circunstancias externas, permitiendo que factores como el clima, el entorno o las opiniones ajenas determinen sus emociones y comportamientos. “Las personas reactivas se ven afectadas por su entorno físico. Si hace buen tiempo, se sienten bien. Si no, su actitud y su desempeño también se ven afectados” (2020, p. 73). En cambio, quienes adoptan una mentalidad proactiva asumen la responsabilidad de sus respuestas, reconociendo que siempre tienen la capacidad de elegir cómo actuar. La diferencia radica en algo esencial: la libertad de elegir. En palabras de Covey “La capacidad de elegir nuestra respuesta ante cualquier situación nos distingue como seres humanos” (2020, p. 72). Esto significa que, aunque no podamos controlar todo lo que ocurre, sí podemos decidir cómo reaccionar, transformando con esto los desafíos en oportunidades.
¿Qué sucede cuando nos enfocamos en ser proactivos? La respuesta es simple: ampliamos nuestras posibilidades y reducimos nuestra ansiedad. Las personas proactivas concentran su energía en lo que Covey denomina el Círculo de Influencia, es decir, en aquello que realmente pueden controlar. “Al centrarse en su Círculo de Influencia, las personas proactivas aumentan su capacidad para resolver problemas y consiguen resultados significativos” (Covey, 2020, p. 76). Por ejemplo, imagina que tienes un proyecto laboral importante y, de repente, surge un obstáculo inesperado. Una persona reactiva podría pasar horas quejándose o buscando culpables, mientras que alguien proactivo evaluaría rápidamente las alternativas y tomaría medidas para avanzar. Este enfoque no solo mejora nuestra efectividad, sino que también nos ayuda a mantener la calma y la claridad mental, lo cual impacta directamente en nuestro bienestar emocional.
Transformarse en una persona proactiva no ocurre de la noche a la mañana, es un proceso largo y difícil, pero es un proceso alcanzable con práctica y determinación. La mejor forma para lograr ese cambio es comenzar desde adentro hacia afuera, es decir, enfocarse primero en cambiar nuestra mentalidad antes de intentar modificar nuestro entorno: “Un enfoque proactivo consiste en trabajar primero en uno mismo, en cambiar desde adentro hacia afuera” (2020, p. 79).
Una herramienta efectiva es la pausa-respuesta, es decir, cuando enfrentemos un problema o conflicto, en lugar de reaccionar impulsivamente, podemos detenernos, reflexionar y elegir una respuesta alineada con nuestros valores. Por ejemplo, si recibimos una crítica inesperada, en lugar de defendernos automáticamente, podemos preguntarnos: “¿Qué puedo aprender de esto?”. Este pequeño hábito, repetido a lo largo del tiempo, puede transformar la manera en que enfrentamos los desafíos cotidianos. Otra herramienta útil a considerar es enfocarse en objetivos específicos dentro de nuestro Círculo de Influencia. Esto nos permite concentrar nuestra energía en tareas alcanzables, reforzando nuestro sentido de logro y fortaleciendo nuestra confianza.
La proactividad y la reactividad no son solo conceptos; son elecciones que hacemos cada día, en cada decisión. Ser proactivos nos permite tomar el control de nuestras vidas, enfrentando los desafíos con responsabilidad y determinación. Como dice Covey, “la proactividad significa más que tomar la iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestras propias vidas” (2020, p. 71).
¿Estas listo para tomar las riendas de tu vida?
Referencias
Covey, S. R. (2020). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva: Lecciones poderosas para el cambio personal. Editorial Paidós.
El texto fue originalmente publicado en https://www.linkedin.com/in/guzmankenia/
LinkedIn del autor https://www.linkedin.com/in/emmanuelmatarios/
Foto de Claudio Schwarz en Unsplash
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